Una solución jodida

Cómo apagar el fuego que te quema

Ayer subí un video en redes sociales sobre los bucles de pensamiento.

Prometí que hoy hablaría de cómo salir de ellos.

Y lo prometido es deuda.

Yo tengo una fuerte relación amor-odio con los bucles de pensamiento.

Por un lado, me hicieron pasar los peores años de mi vida cuando era todo un novato de las “artes mentales”.

Por el otro, me enseñaron las lecciones más importantes de toda mi vida.

Tú también conoces lo que es un bucle de pensamientos, y si nunca has caído en uno, no me engañas. Humano no eres.

En el video hablaba de que cuando uno intenta apagar el fuego (salir del bucle), lo que realmente hace es tirar más leña al fuego, aumentando esa ansiedad.

Sí, es jodidamente contra intuitivo:

Cuanto más te empeñas en acordarte de algo, más te alejas del recuerdo.

Cuanto más te esfuerzas en gustarle a esa chica, menos caso te hace.

Y cuanto más intentas controlar tus pensamientos, menos control tienes sobre ellos.

El pan de cada día.

La solución es la cosa más simple y jodida que nunca escucharás:

Si al intentar “apagar el fuego”, el bucle se hace más fuerte…

Entonces la solución es no intentar apagar el fuego, dejar que te consuma.

Eh tranquilo. No pongas esa cara de asco. No me estoy quedando contigo. Lo que digo es lo que lees.

No intentes apagar el fuego, deja que te consuma.

Lo sé, niño. Sé que te quema, que lo quieres apagar.

Pues confía en mí, y deja que te queme.

Cuando puedas ACEPTAR el dolor del fuego, poco a poco se consumirá.

Y el fuego desaparecerá.