Ojalá ardas en el Infierno

No leas este email si eres sensible

En el email de hoy no voy a tener pelos en la lengua.

Hay cosas que solo se aprenden con una buena hostia. Fuerte. Con la mano abierta.

La verdad duele. Y cuanta más verdad, más dolor.

El consumo y los excesos pasan factura.

Vivimos más que nunca.

Pero también vivimos más insatisfechos que nunca.

Todo está estructurado para que no te hagas pupa.

TODO.

Tu cultura, tu estado, tu familia, tus amigos, tu entorno, … Todo ello va a conspirar para que estés lo más cómodo posible el máximo tiempo posible.

Por si fuera poco, tienes todo un abanico de entretenimiento (mierda), para que estés aún MÁS cómodo (consumiendo mierda).

Y no, esto no es culpa de la “malvada sociedad”.

Esto es tu puta culpa. Y solo tuya.

Porque nadie va a sacarte del sofá, darte un par de bofetadas y obligarte a salir de tu zona de confort.

Mira a tu alrededor hostia.

Estás en un mundo hecho de gominola y nubes de azúcar, joder.

Tus problemas son un meme comparados con cualquier otro problema en la historia de la humanidad.

Vives 10 veces mejor que el rey más rico del medievo, y te quejas de mierdas que harían desternillarse de risa a cualquier soldado de guerra.

¿Y todo esto sabes por qué es?

Porque no te has metido leches.

Porque no te arriesgas.

Porque tienes miedo.

Porque en un mundo donde todo es hedonismo, placer y seguridad, no te ves obligado a sudar la camiseta.

Tienes que hacerlo por propia voluntad, saliendo a la fuerza al campo de batalla.

Y eso es difícil de cojones.

¿Pero sabes que es más jodido que esto?

No hacerlo.

Porque dentro de 10 años, las cosas estarán feas. Muy feas.

Y solo se adaptará el que tenga una mente de acero inoxidable.

Ojalá ardas en el Infierno.

Ojalá te quemes con el dolor y el sufrimiento.

Porque a día de hoy, no hay otra forma de convertirte en la persona que quieres ser.