Necesitas más Caos

Ahora mismo no me apetece nada escribir este email.

Pero tengo que hacerlo.

No solo tengo que hacerlo, sino que lo voy a hacer con más intención. Voy a dar más de lo que quiero dar.

Esto es lección suficiente, pero quiero desarrollarlo más.

Una vez vi un chaval que hablaba de un rollo muy raro sobre los ciclos de la vida.

Él lo llamaba ciclos internos. Es algo así como que en la vida siempre se viven épocas buenas y épocas malas, pero nunca se vive eternamente en una, sino que se van alternando.

Épocas de Caos. Épocas de Orden. Así lo entiendo yo.

El Caos es cuando las cosas no van del todo como quieres. Uno no está del todo bien y la vida te abofetea bastante.

El Orden es cuando las cosas van mucho mejor. Te sientes bien contigo mismo y los resultados florecen. Esta es la fase que todo el mundo desea.

Repito: el Orden es la fase que todo el mundo quiere…

Ya claro. Claro que queremos siempre lo bonito. Pero sabes qué? Que el Orden sin el Caos no existe.

Lo interesante del chico este que hablaba de los ciclos internos es que no le daba más importancia a la fase de Orden o a la de Caos. El cabrón entendía que ambos son igual de importantes.

Hoy para mí es un día de Caos. Y los días de Caos son los que nadie quiere, pero son esenciales para mejorar.

Has leído bien. En el Caos es donde se mejora de verdad.

Va, seamos honestos. Cuando todo sale bien no se aprende. Imposible.

Así que este es un punto clave. Entender la importancia del Caos. Entender que es esencial. Entender que es ahí cuando uno se forja de verdad.

Esta actitud te desmarca automáticamente del 99% de ovejas de la sociedad.