¿Mueca fea o te brillan los ojos?

El otro día vi un video de Kobe Bryant.

Era un video sobre la mentalidad que tenía.

La mentalidad que le hizo ser uno de los más grandes en lo suyo.

Si tuviera que resumir su mentalidad en una palabra, esta sería obsesión.

Su obsesión por ser el mejor, es lo que hizo que se convirtiera en el mejor.

Es así de simple y bonito.

Es posible que hayas puesto una mueca fea después de leer esto.

O al contrario, a lo mejor te han brillado los ojos de ilusión.

Dependiendo de la reacción que hayas tenido, estarás destinado a un camino o al otro:

Mueca fea: fracaso, vida mediocre

Ojos brillantes: éxito, vida de abundancia

La verdad es que me la suda tu reacción, lo que me interesa es que entiendas qué tipo de mentalidad “hace” que logres las cosas.

Y esto, ahora, es más importante que nunca.

Olvídate de conseguir “esa vida” o convertirte en “esa persona” si no tienes ambición en la sangre.

Esto es una realidad, y si no estás de acuerdo y te estás poniendo a llorar, respóndeme a este email, dame tu dirección y te envío un pañuelo.

También puedes darte de baja en la cabecera inferior del email.

El problema con todo esto es que el rebaño de ovejas te dirá: “Bueno, tampoco hay que exagerar, hay que vivir la vida, no te presiones tanto…”

Ok. Ticket directo al fracaso.

No puedes permitirte titubear con tus objetivos.

Tienes cada día más estímulos jugosos que quieren robar tu atención y distraerte, haciéndote esclavo de las imágenes en movimiento.

Venga, sé sincero contigo.

¿Cuántas cosas hace tiempo que quieres hacer, pero no estás haciendo?

Dices que no tienes tiempo, que no tienes dinero.

Niño, lo que no tienes es atención.