Gorilas sin confianza

El secreto de la confianza

El email de hoy es la hostia.

Es un game changer para mejorar tu confianza.

Porque todos lo sabemos: la confianza en uno mismo lo es todo.

Y también es lo más díficil de desarrollar.

Una vez salí de fiesta con mis colegas a la discoteca de moda de la zona.

Era verano, y ese local era conocido por ser al aire libre. Un puntazo en una época del año en la que empiezas a sudar cuando haces un mínimo movimiento.

Venía gente de toda la región y podías encontrar criaturas de todos los colores y sabores.

Unas de esas criaturas eran las más temidas.

Se quedaban con la sala. Entraban, bailaban y la liaban. Eran el centro de atención. Rebosaban testosterona y energía.

Sin duda, eran los machos alfa del lugar.

Ahora te adelantarás y pensarás que hablaré de que eran muy seguros de sí mismos y no se qué.

Pues nunca has estado tan equivocado.

Esos gorilas temibles no tenían confianza.

Lo que NO tenían es miedo. Y por eso rebosaban esa confianza.

A ver, quieto parao.

Esos gorilas espalda plateada ni de lejos pretendían sentirse con confianza. Eso no pasaba por su cabeza.

Lo que sí hacían era estar CÓMODOS. Buscaban divertirse, estar chill y no pretender ser o hacer nada que no sintieran.

Uf, entender esto puede ser un poco jodido, lo admito.

La cosa es que la confianza para ellos no era su objetivo. Solo era una consecuencia involuntaria.

Y ese es el secreto de los gorilas macho alfa espalda plateada: que para ellos, esa sensación de confianza, no era el inicio, sino el fin.

Primero se divertían, luego venía la confianza.

Primero bailaban, luego venía la confianza.

Primero se relajaban, luego venía la confianza.

¿Lo pillas?

La confianza aparece como un invitado inesperado que todo el mundo aprecia. Pero solo aparece cuando la fiesta ya está en marcha y llena de gente.