Eres un culo inquieto

Lo bueno se hace esperar

Eres jodidamente impaciente.

Necesitas velocidad, rapidez. No tienes tiempo para esperar.

Quieres las cosas para ayer.

¿Qué cómo lo sé?

Porque estás leyendo este email.

Y si estás leyendo esto, sé que también usas un buscador en internet, pierdes tu vida en redes sociales, compras por Amazon, ves videos en YouTube y te satisfaces por páginas sospechosas donde una tal Carmen que está a 2 km de tu casa quiere conocerte.

A mí no se me da nada bien ser paciente.

Cuando espero mucho me da la sensación de que no sucede nada.

Siento que tengo que hacer algo más o mejor.

Y empiezo a ofuscarme y a buscar atajos.

La paciencia es uno de esos artes que se ha perdido en este nuevo mundo.

Hemos perdido la noción de la realidad. En la realidad, todo lo que vale la pena requiere paciencia:

Un físico fuerte y atractivo, requiere mucho tiempo.

Una relación sana y duradera, requiere mucho tiempo.

Una correcta gestión emocional requiere mucho tiempo.

Y no hay atajos. Ninguno de los ejemplos anteriores lo puedes comprar.

Es puro trabajo y paciencia a largo plazo.

Ser paciente te obliga a algo que no es muy atractivo: olvidarte de los resultados.

Porque amigo, si estás 24/7 pendiente de lograrlo YA. Joder, vas a quemarte a tercer grado.

La paciencia te obliga a dejar de lado esa necesidad tan fuerte que tienes por obtener lo que quieres, y centrarte en el proceso.

Sí, el puto proceso.

“La felicidad está en el proceso” - Te dice la autoayuda barata.

Pues es verdad.

Enfócate en el proceso, olvídate de los resultados y sé paciente.

¡Que eres un culo inquieto!

Relájate.