El zombie con novia

Por esto no tengo pareja

Esta historia te va a explicar por qué evito tener pareja.

También te enseñará una lección sobre salud mental.

Hacía tiempo que no quedaba con mi amigo, así que decidí llamarlo. Desde que se echó novia dejé de saber de él.

Bajé a toda leche con el coche hasta su casa. Llamé a la puerta. Nadie contestaba. Lo llamé al teléfono. No contestaba. Me estaba poniendo de los nervios.

Escuché un ruido fuerte que venía de dentro. Luego un acabado “Ya voooy”.

Abrió la puerta mi amigo. Mustio. Olía a cerveza y palomitas. Me quedé como 5 segundos observando atentamente el desastre en el que se había convertido. Luego le dije hola qué tal.

Me invitó a entrar y nos sentamos en el sofá. Me ofreció una cerveza caliente. Me quedé callado unos 10 segundos mientras habría la cerveza sin ganas de beberme ni una gota.

Qué tal la parienta! - Le dije intentando ser amistoso sin que me saliera bien.

Bien, bien - Me contestó con los ojos entre abiertos.

Ese cabrón estaba totalmente consumido por su novia. Había dejado los estudios. Apenas salía con los colegas. Y dudaba de que se cuidara lo más mínimo.

Sin duda, tenía delante a un jodido zombie salido de The Walkin Dead. Seguro que crees que estoy exagerando, pero te aseguro que llegué a sentir miedo.

Mi colega no era un caso tan raro. Constantemente hay zombies ahí fuera. Ahora más que nunca. ¿Cómo no los va a haber?

Redes sociales, series infinitas, todo tipo de productos hechos para distraerte y chupar todo lo que te queda de alma.

Todo conspira para que pierdas tu concentración y tu atención. Y esa atención es justo la que necesitas para tener una mente sana.

La solución a la deszombificación es clara.

Te la cuento aquí.