El éxito está sobrevalorado

Si te interesa el éxito, este email te interesa.

El éxito lo quiere todo el mundo, pero pocos entienden cómo se logra.

El otro día estaba en la montaña de excursión con unos amigos.

Hacíamos el tonto como de costumbre.

Nos reíamos del lenguaje inclusivo y tomábamos cerveza caliente.

Nos esperaba un largo recorrido hasta la cima así que no podíamos entretenernos demasiado.

Aquí viene lo salseante.

Cuando íbamos por un poco menos de la mitad del recorrido estábamos jodidamente cansados.

La verdad es que no teníamos ni idea de lo largo que era esa aventura improvisada y ahora el karma nos estaba abofeteando.

Pero eh.

En ese momento nuestra masculinidad se veía amenazada si se te ocurría rendirte y volver atrás.

Así que seguimos subiendo la maldita montaña como unos indigentes al borde del colapso.

Pasó un rato. Un buen rato.

Y al final. Muy al final, llegamos.

Llegamos y la vista era una mierda.

Ni siquiera me sentía satisfecho de haber llegado, estaba demasiado reventado.

Pero eso ya no importaba.

Lo único que importaba era que estaba allí arriba.