Deja de ser tan bueno

Ser bueno es muy bueno.

¿Quién no quiere ser bueno?

Todo el mundo quiere hacer el bien.

Incluso el más hijoputa que te venga a la cabeza, desde su perspectiva, estaba haciendo el bien. Nadie tiene malas intenciones.

Hacer el bien está bien.

Solo hay un pequeño problema que solemos pasar por alto.

¿Qué es hacer el bien?

Vale, tranquilo, tranquilo, no vamos a entrar en un debate filosófico rompe-cabezas.

Lo que quiero decir es, ¿Cómo tienes tan claro que cuando “haces bien”, realmente “haces bien”?

¿Y si solo estás haciendo lo que tu familia, entorno y educación te han dicho que está bien? ¿Y si eso está mal?

¿Y si lo que te han enseñado que es “ser bueno”, en realidad te está haciendo peor persona?

Joder, muchas preguntas.

Pero una una sola conclusión:

Ser bueno te está jodiendo vivo.

Porque admitámoslo, confundimos ser bueno con ser débil. Entendemos ser bueno como ser alguien humilde, altruista, que siempre estará allí para hacer de María Teresa de Calcuta, regalando su tiempo y energía, sacrificando sus intereses por los de los demás,…

Eso no es ser bueno, eso es ser un vendido, un cagado. Es estar muerto de miedo por la aprobación de los demás. Es no respetarse a uno mismo.

La “bondad” es la peor de las mentalidades que puedes adoptar.

Creo que queda claro clarinete.

¿Quieres ser más bueno?

Pues sé más malo.