Ayer me tomé un café descafeinado

Mi colega me dijo algo revelador

Ayer quedé con un colega para tomar un café.

Me pedí un café con leche descafeinado y mi colega no pidió nada.

Había bastante gente en la cafetería.

Empezamos a hablar de todo lo que nos pasaba por la cabeza.

Nuestras vidas, nuestros objetivos, todo.

De golpe, sin reparo, mi colega suelta una frase brillante:

“Albert, la confianza es pura experiencia. Solo es cuestión de vivir muchas veces una misma experiencia.”

Mi colega no podía tener más razón.

“Totalmente, cabrón” - Le repliqué. ¿De dónde has sacado esto?

“De un libro sobre ligar” - Me dijo riendo.

“No jodas. Hahaha” - Contesté.

La conversación se puso interesante.

Hablábamos de cómo la confianza es algo muy específico.

Que puedes tener mucha confianza jugando al fútbol, si toda la vida has jugado.

Pero que puedes ser un cagado hablando con una chica que te gusta, porque lo has hecho pocas veces.

Era algo tan simple y tan claro…

Pero, sin embargo, en el momento de la verdad, no es tan fácil ponerte a “vivir esas experiencias”.

Hacía falta algo más para dar ese paso al vacío.

Un ingrediente mágico.

Una actitud…

Y esa panacea la tenía clarísima.

Es justo la que cuento en el último episodio del pódcast.

Puedes escucharlo aquí.