- Psicología Rebelde
- Posts
- Así aprendí del Diablo
Así aprendí del Diablo
La lección definitiva
A ver, no quiero tirar cohetes, pero la lección de hoy es todo lo que necesitas para lograr TODO lo que te propongas en la vida.
De hecho, una vez hayas leído este mail y hayas entendido la idea, ya puedes desuscribirte para siempre de la newsletter, porque ya serás algo así como un Dios omnisciente.
Digamos que este concepto es la base de la BASE en la que construimos nuestro crecimiento personal.
En un trabajo de la uni me tocó un profesor muy hijo de p*ta.
Era un estereotipo mal logrado de profesor conservador que se las da de moderno.
Era un cruce entre Shrek y Julio Iglesias a sus 79. Y sin ninguna gracia.
Le corría la ambición y el deseo de estatus por las venas.
Su narcisismo no distaba mucho del de Patrick Bateman, en American Psycho.
Y allí estaba yo, como un gusano indefenso que ese habitante de Mordor estaba a punto de pisar con la suela de su zapato.
Y me pisó.
Su lista de exigencias para el trabajo era interminable.
No sabía que un trabajo de la uni podía llegar a ser tan duro.
¿Era legal el nivel de dureza mental, y física, que ese tipo me estaba pidiendo para hacer un trabajo de mierda?
Al parecer sí.
Llegué a casa sacando humo por la nariz de la rabia. Qué impotencia. Estaba cabreadísimo. Solo pensaba en cómo deshacerme de él.
¿Me cambio de asignatura?
¿Pido otro profe?
¿Me escapo del país?
Y en esa presión emocional del Diablo, de golpe, tuve una catarsis:
¿Qué mierdas te pasa, Albert? - Me dije.
¿Por qué me comporto como una víctima de la vida? ¿Por qué huyo?
¡A la mierda! Voy a hacer el trabajo de ese hijo de p*ta. ¡Se va a enterar, voy a hacer el mejor trabajo que ha visto nunca!
Esta actitud que salió de mí como si Dios me hubiera bendecido, sabía que me iba a quitar muchos dolores de cabeza.
Esa actitud me ayudó a tomarme el trabajo de una forma totalmente diferente.
Ahora tenía motivación y ganas de hacerlo, como una forma de rebelión.
Esto me permitía aprender a ser resiliente ante la vida, y aceptar las adversidades.
Además, tener a este cabrón me ayudó a tener un trabajo con mayor cualificación que el del resto de estudiantes.
Me ayudó a no dejármelo para el último momento, como siempre hacía.
¿Te das cuenta?
Lo que empezó siendo una pesadilla, se convirtió en una gran oportunidad de crecimiento.
Solo por cambiar la INTERPRETACIÓN de lo sucedido.
A esto le llamo yo, ser un “Arquitecto de la realidad”.
Tú, al igual que yo hice en esta ocasión, tienes la capacidad de interpretar la mayor de las putadas, para que sea la mayor de las suertes.
Y cambiar una realidad aparentemente negativa, por una totalmente positiva.
Esto no es fácil de hacer.
Requiere práctica.
Pero te lo aseguro.
Una vez aprendas a hacerlo,
Pasas a un nivel de crecimiento que no puedes ni imaginar.